El Secreto es que no hay Secreto.

Muchas veces pensamos que las personas que consideramos "EXITOSAS" poseen algún secreto oculto que les da ese "ÉXITO", vamos a desvelar ese secreto ahora mismo.

Cada vez que vemos a alguien exitoso pensamos, "que suerte, seguro que si yo tuviera esa misma suerte estaría igual", bueno lamentablemente nada es debido a la suerte, el gran secreto del éxito es que no hay secreto, el éxito es resultado de varios factores que todos tenemos.

El éxito es una medida muy personal de cada uno como individuo, que cuenta con nuestra predisposición por realizarnos y nuestro conocimiento para llevarlo a la practica, sumado a una gran dosis de tiempo y perseverancia.

Podemos decir entonces:

El Éxito real, es tener en claro qué queremos, planear como lo conseguiremos y llevar ese plan a la realidad con constancia.

Dicho de esta forma pareciera algo sencillo, pero en esa sencilla oración se encuentran las cosas más difíciles de la vida.


El Secreto es que no hay Secreto.
Photo by Randy Tarampi on Unsplash

Empecemos por el principio, ¿que quiero? 

Esta pregunta puede resultar extremadamente sencilla o todo lo contrario, es un ejercicio individual que deberíamos de hacer algunas veces en nuestra vida para conocernos mejor, no basta saber lo que no me gusta, es fácil decir "no se lo que quiero, pero al menos se lo que no quiero" porque estaríamos a mitad de camino de ningún lugar.

Es necesario ejercitarnos sobre nuestra propia capacidad de descubrir nuestros deseos de manera real y concisa, que quiero? que deseo? a donde quiero llegar?

Una vez que tengamos algunas respuestas y estemos en armonía con nosotros mismos y nuestros deseos, comienza la parte del planeamiento.

Todos nuestros deseos pueden ser considerados como una meta, y como ya hemos aprendido las metas pueden dividirse a su vez en objetivos para que su concreción sea más sencilla.

Entonces estamos donde empezamos, el secreto es que no hay secreto, si a esto le agregamos las herramientas que hemos descubierto, podemos decir que tenemos todo lo necesario para lograr lo que nos propongamos.

Pero esto no puede ser tan fácil! ¿Verdad? 

Pues si, es así de sencillo, el secreto es la constancia, las ganas y en esto es  donde todos flaquean, si hacemos algo a largo plazo y no recibimos la recompensa inmediata seguramente dejaremos de hacerlo antes de poder convertirlo en un habito.

Aquí vemos en plena acción el verdadero poder del planeamiento.

Si planeamos de manera consciente y los escalones hacia nuestra meta son parejos, tendremos satisfacciones en el camino y no nos frustraremos esperando resultados, a medida que vayamos realizando esos objetivos (como si de un juego se tratara) nuestro inconsciente querrá seguir jugando para ganar.

Con todo esto nos queda claro que lo importante no es la meta, sino el camino hacia la misma, ese camino que planeamos a conciencia y volvemos real con constancia y determinación.

Se animan a jugar?

Saludos!

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